¿Qué son las 4C?

¿Por qué deberíamos incorporar estas habilidades para educar y preparar el escenario futuro?

Gustavo Martin
4 min readApr 15, 2020
Photo by Mimi Thian on Unsplash

Somos inteligentes porque creamos nuestros propios proyectos, porque inventamos objetivos. Mientras los animales sólo resuelven problemas dados, el hombre crea sus propios problemas, nos dice el filósofo español José Antonio Marina.

A la vez, nuestra capacidad resolutiva se amplía notablemente cuando estamos dispuestos a avanzar en saberes diferentes a los ya adquiridos y, mucho más todavía, a los comúnmente aceptados.

Saber más es aprender más pero, también, es animarse a conectar, cooperar, compartir y combinarse con otras personas con saberes diferentes a los nuestros. La creatividad se concreta cuando todos estos saberes y estas formas de cooperar se transforman en acción.

Nos convertimos en protagonistas cuando transformamos desafíos en proyectos que llaman a la acción.

En tiempos de economías colaborativas y sobreinformación omnicanal nuestra forma de aprender y desarrollar habilidades blandas tiene que modificarse para romper con el viejo paradigma de una única inteligencia.

Las denominadas habilidades C para afrontar el aprendizaje en el siglo XXI son cualidades imprescindibles de incorporar en el sistema educativo con el fin de formación con mirada de futuro y para resetear estructuras en todos los que fuimos educados con métodos heredados de la Revolución Industrial.

Estas habilidades son cuatro y se conocen como las 4C. Se las presento.

  • Pensamiento crítico –critical thinking–
  • Creatividad
  • Colaboración
  • Comunicación

1. Pensamiento crítico

El pensamiento crítico es la práctica de resolver problemas. Faculta a las personas a descubrir la verdad en las afirmaciones, especialmente cuando se trata de separar el hecho de la opinión. Ejercer y poner en práctica el pensamiento crítico tiene dos pilares claves: no dar nada por sentado y preguntar. Cuestionar, una y otra vez.

2. Creatividad

Las personas creativas son inquietas y curiosas. Despiertas, observadoras y con espíritu positivo. Ven constantes oportunidades en el mundo que los rodea. Alternan estados de conciencia deliberados con momentos de ensoñación, relajación, intuición y visualización.

Cuanto más amplias y diversas sean las fuentes de inspiración –pensamiento racional e intuitivo, experiencias, vivencias, emociones, conocimientos–, mejores oportunidades tendremos para echar mano de la creatividad para generar ideas. Ser creativo, antes que un trabajo o una forma de moverse en el mundo, es un actitud catalizadora del deseo de hacer cosas porque importan, porque nos gustan, porque son interesantes y porque son parte de algo importante.

3. Colaboración

La colaboración es la práctica de trabajar juntos para lograr un objetivo común.

«Un grupo se convierte en un equipo cuando cada miembro está lo suficientemente seguro de sí mismo y de su contribución como para alabar las habilidades de los demás». — Norman Shidle

Ecosistemas, no egosistemas

El contexto, la comunicación y la libertad para que fluya el imaginario colectivo generan el mayor caldo de cultivo para el desarrollo del pensamiento creativo. La plaza es el espacio utilizado para promover la creatividad. Un sitio contenedor de los errores o fracasos que brinde al individuo un clima de seguridad.

El mejor escenario es aquel que permita que las ideas puedan reinventarse e intercambiarse libremente. Un lugar que promueva el estímulo lúdico, los procesos divergentes y la cooperación.

4. Comunicación

La comunicación es la práctica de transmitir ideas de forma rápida y clara.

El correcto uso del lenguaje es la manera más eficaz de llegar a los distintos actores involucrados en el proceso, a través de la transmisión del conocimiento de un modo dinámico y moderno. Esto incluye minimizar las tangentes, hablar directamente con una idea y verificar a otros participantes para asegurarse de que estén involucrados.

«El mundo de hacer, buscar, llevar, comprar y vender al cual das la mayor parte de tu vida laboral está regido por ciertas leyes, obsesionado por ciertos defectos (que tal vez tu puedas ayudar a curar) y amenazado por ciertos peligros que quizá puedas ayudar a prevenir». —H. G. Wells

Cómo trabajan juntas las cuatro C

Estas cuatro habilidades esenciales posibilitan crear un todo mayor que la suma de sus partes.

El pensamiento crítico se ocupa de resolver los problemas con perspectiva creativa. La creatividad impulsa a la generación de ideas, unir puntos y explorar caminos insospechados. La colaboración potencia a las ideas y conlleva a las personas a trabajar juntas para lograr un objetivo común. La comunicación permite aprender cómo transmitir mejor las ideas. La combinación de estas cuatro habilidades empoderan a las personas y construyen nuevas bases para desarrollar ideas.

Crear es conectar

El mundo se mueve a través de las ideas y son las ideas las que están generando nuevas oportunidades y negocios.

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Gustavo Martin

Hey, I’m Guss. Public speaker about creative thinking. Creative Consultant. Workshops, courses and conferences. Fan of branding & innovation.

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Gustavo Martin

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